Translate

martes, 3 de mayo de 2016

EL NACIMIENTO DE BELLAVISTA COMO COMUNIDAD


Antes del establecimiento de la comunidad de Bellavista propiamente tal, inicialmente sólo existía el molino Caracol y luego la fábrica textil. El área estaba destinada a la producción fabril, sin pobladores, a excepción de algunas casas dispersas en la zona, pertenecientes a campesinos o cuidadores. De hecho, existen fuentes históricas que afirman que tanto el sector de Cocholgüe como Bellavista, correspondían a sitios destinados al aislamiento de enfermos, lo que se conoce como lazaretos.

En esta época las personas que trabajaban en la fábrica de Bellavista, vivían en el plano urbano de Tomé. En su mayoría eran personas provenientes del campo y de zonas adyacentes a la comuna; incluyendo hombres, niños y en su mayoría mujeres. Así entonces, es probable que se trasladaran a diario caminando desde el centro de la ciudad hacia la incipiente industria de paños para cumplir su jornada laboral.
Cuando Carlos Werner adquiere la totalidad de la empresa, producto de la venta de los derechos cedidos por su cuñado, Federico Wolf, le da un giro radical a la industria, ya que intenta instaurar un sistema de producción asociado al pueblo industrial.
Bajo la administración de Carlos Werner se construyó la primera población destinada a los trabajadores textiles, “La Rana”, la cual presenta una arquitectura de notable influencia germana. Más adelante, se edifica la población “Florentina”, bajo el modelo de pabellón obrero, sumando un total de 125 casas/habitaciones.
  Estas poblaciones no dieron abasto para la creciente comunidad. “Por lo que tuvieron que construir pabellones con un total de 200 casas en el barrio llamado Caracol, las que fueron habitadas a contar desde 1936”. También se construyó un barrio exclusivo para los empleados con jefaturas los cuales eran mayoritariamente de origen alemán, éste barrio fue llamado Los Cerezos; además de las ya nombradas se construyó la población Las Juntas destinada a obreros.
Un sector más alejado, denominado Aguas Buenas, fue en un principio poblado con habitantes de Bellavista que carecían de viviendas, ellos fueron parcelando las faldas de uno de los cerros, perteneciente a una propietaria del sector, Ana Martínez. Estas casas no tenían servicio de alcantarillado ni electricidad en sus inicios. Otra población existente fue “La Cantera”, la cual se encontraba junto a las faenas de explotación de piedra y fabricación de adoquines. Los trabajadores en esta época llegaron a Bellavista principalmente desde Tomé, aunque también de comunas aledañas como Penco, e incluso de otras provincias del país.

Sebastián Silva Ruiz

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar nuestra página